Henares al día aprovecha el momento y entrevista a Porfirio Herrero, jornadas antes del inicio de la campaña electoral que desembocará en las eleciones del 20-N. Esta entrevista se publica integrámente además en nuestra edicción en papel y que se ha buzoneado gratuitamente en estos días.
No es un novato en política, pero es la primera vez que el Partido Popular –su partido- asume el Gobierno de Castilla-La Mancha. Le ha tocado la responsabilidad inicial de tomar las riendas de la Junta como Delegado en Guadalajara o, más bien, podríamos decir como “superdelegado”, durante estos primeros meses de cambio de gobierno.
Tras dejar atrás los cien días de rigor que se suelen marcar a la hora de hacer balances cuando se asume cualquier tipo de responsabilidad, Porfirio Herrero reconoce que “tengo una más que notable preocupación por lo que nos hemos encontrado en el día a día de trabajo. Sabíamos que, desde el punto de vista económico y financiero la cosa no pintaba bien, pero no pensábamos que estaba tan mal. La realidad nos ha confirmado nuestra preocupación.
¿Qué camino han iniciado para hacer frente a esta situación?
Nuestro gran compromiso pasa por realizar un intenso trabajo. Esa es la mejor fórmula para aminorar esta preocupación y atender el funcionamiento de los servicios básicos, y eso es lo que estamos haciendo. Esto es: Trabajo, trabajo y trabajo, de sol a sol.
¿Realmente está la situación económica de la Junta tan mal como la están poniendo?
Estamos muy, muy preocupados, pero reconozco que, con intenso trabajo, abrimos una objetiva esperanza de que entre todos, aunque sea poco a poco, iremos –permítame la expresión aunque pueda parecer algo pedante- reconquistando Castilla-La Mancha, una tierra con enormes posibilidades a la que queremos poner a punto.
¿Cree finalmente que serán sólo dos años tan malos, como ha dicho la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, o hay que ser todavía más pesimistas?
Serán dos años malos, muy malos, en los que la acción de Gobierno tendrá, de alguna manera, que restringirse a la prestación de servicios fundamentales y prioritarios. Pero, además, una inmensa parte de los ciudadanos, colectivos y organizaciones tendrán que aportar también prudencia y algo de sacrificio. Si a una crisis generalizada le sumamos más crisis y problemas financieros como los que se dan en esta región, vamos a pasar unos años en los que habrá que trabajar mucho para obtener resultados que nos permitan respirar a pleno pulmón.
En el caso de esta provincia, ¿qué departamento de la Junta registra unos problemas más acuciantes?
Hay una preocupación que destaca sobre las demás. Nos hemos encontrado con que una cantidad ingente de subvenciones y ayudas comprometidas y formalizadas por el anterior gobierno socialista de José María Barreda con la inmensa mayoría de los ayuntamientos de los 285 municipios que hay en nuestra provincia –vitales para la prestación de servicios- no fueron nunca abonadas ni transferidas a estos consistorios, pese a estar registradas y comprometidas.
Concretamente, desde enero de 2011, la Junta no había abonado ni un duro de todos esos compromisos que tenía con los ayuntamientos. A fecha de hoy tenemos enormes dificultades para pagarles esas subvenciones porque el gobierno socialista se lo gastaría, no sé en qué pero, desde luego, no en la atención a los ayuntamientos.
¿Llegarán esas ayudas? ¿Qué plazos se contemplan para ello?
El pago a proveedores y acreedores es objetivo prioritario, aunque será poco a poco, paso a paso, en la medida en que se vaya teniendo efectivo, liquidez; como dicen en mi pueblo, cuando haya cuartos para atender esos compromisos. No vamos a ser tan bárbaros de no asumir los compromisos de gobiernos anteriores, naturalmente que los asumimos. Se pagarán.
Lo que si parece claro es que los grandes proyectos e infraestructuras quedan totalmente paralizados…
De momento no se podrán realizar grandes obras de infraestructura, ni comprometer grandes y nuevos programas de gasto. Primero queremos atender los pagos pendientes. Lo que puedo asegurar es que, en modo alguno se paralizarán proyectos vitales en áreas sociales.
Hay organizaciones que mantienen un contacto directo precisamente con quien más lo necesita, a las que se les adeuda ingentes cantidades para poder continuar con su labor.
Estoy convencido de que a mediados o finales de diciembre se conocerá un calendario, priorizando los pagos, para que éstos comiencen a ejecutarse. Obtendremos un respiro cuando se apruebe el nuevo presupuesto de gastos e ingresos de 2012.
¿Los recortes también están afectando a algunos programas?
Se ha tenido que paralizar algunos programas de subvenciones a asociaciones de carácter cultural, festivo o cuyas acciones no incidían en la prestación de servicios básicos como educación, sanidad o asistencial. Estos servicios se van a seguir prestando. Aunque hay también retrasos en el pago, por ejemplo, a algunas residencias de la tercera edad, no viene de ahora sino de cuando gobernaba José María Barreda. Los retrasos parten del pasado enero pero estamos tratando de resolverlos.
¿Peligra la continuidad de algún centro o residencia de mayores?
No es así. Pero pido un poco de paciencia.
¿Se ha arrepentido alguna vez de haber asumido esta responsabilidad en un momento tan delicado?
En absoluto. En política uno asume los retos consciente de lo que pueda venir. En este caso, lo he asumido porque así me lo pidieron y lo he hecho con más que objetiva esperanza de que podemos volver a poner a Castilla-La Mancha en su sitio, donde merece.
¿Qué opina Vd. sobre las movilizaciones en Educación?
Respeto al máximo a estudiantes y profesores y sus derechos de manifestación y de libre expresión; en este caso su descontento. Pero en la situación de crisis económica actual, considero poco prudente quejarse por tener dos horas más de clases a la semana. No es prudente que un colectivo tan importante como el del profesorado se lance a la calle sin agotar todas y cada una de las posibilidades de diálogo, y que lo hagan porque se les ha pedido echar una mano para que la Junta ahorre algo más cuando más lo necesita.
¿Puede Castilla-La Mancha resultar beneficiada si el Gobierno central también recae en la formación del PP?
Cuando se da la coincidencia de que varias administraciones están bajo un gobierno del mismo signo político, naturalmente los niveles de entendimiento suelen ser bastante más fluidos y eficaces que cuando no es así, aunque pueda haber enfrentamientos puntuales.
No podemos obviar que al ser designado número 1 al Senado dejará usted su actual responsabilidad como delegado de la Junta. Será un paso breve por una responsabilidad tan importante. ¿Por qué le gustaría que se le recordara en este breve pero intenso quehacer como “superdelegado”, qué le gustaría dejar bien atado?
En esta corta etapa que me ha tocado vivir como delegado de la Junta es una satisfacción para mí poder decir que hemos conseguido que al frente de cada servicio periférico de la Delegación de la Junta en Guadalajara estén magníficos funcionarios, con capacidad suficiente y con la confianza necesaria para llevar a cabo el ejercicio de sus funciones.
Se trataba de conformar un equipo de apuesta por la valorización de la función pública como servidores de todos al frente de lo que antes eran las antiguas delegaciones provinciales, hoy llamados coordinadores provinciales, y creo que lo hemos conseguido. Esto ya es una garantía de que se ejercerá un gobierno para todos, sin distinción de colores ni de ideologías.
¿Respecto su lanzamiento al Senado?
Como dice usted, mi lanzamiento al Senado no va a mermar mis responsabilidades políticas de colaboración con las distintas instituciones que gobierna el PP como puede ser el Ayuntamiento de la capital, la Diputación o la Junta de Comunidades.
En ningún caso significará un alejamiento de mi actual actividad política sino que, precisamente, supondrá centrarme más, entre otras cosas, en la defensa de las ideas de mi partido.